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Sobre El Montaje

Essay by   •  May 26, 2016  •  Essay  •  1,926 Words (8 Pages)  •  1,381 Views

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SOBRE EL MONTAJE, GRAMÁTICA DE LA CINEMATOGRAFÍA

  1. INTRODUCCIÓN

 El lenguaje cinematográfico es la facultad que lleva siendo utilizada durante más de un siglo para expresar, comunicar, informar, promover, conmover, deleitar, etc. Sus capacidades  se han visto condicionadas desde un principio al desarrollo tecnológico ya que, al igual que la fotografía pero de un modo incluso más complejo, no sólo se limita al hombre y sus facultades expresivas, sino también a la máquina que atrapa las imágenes y los sonidos para ser reproducidos ilimitadamente (aunque antiguamente el cine era también fragilidad, porque su soporte era vulnerable). Los soviéticos, inspirados en Griffith e incluso en Porter, desarrollaron a la par de sus obras una teoría en la que se le daba particular atención a un proceso de la producción de las películas conocido como Montaje. En el libro recopilatorio “Textos y Manifiestos del Cine”, en la introducción al aparte del Montaje, el autor lo ubica como la gramática del Cine, en el que cada plano aisladamente es como una palabra o como una frase y sólo ordenándolos (sintaxis) pueden constituir una obra completa significante. Mi intención primaria consistía en hacer la mayor cantidad de analogías con el lenguaje verbal, especialmente en lo que considero su máxima expresión, la poesía; pero revisando posterior bibliografía y con ejercicios de observación, escucha y lectura, he podido vislumbrar que todas analogías, incluso aquella con el lenguaje que más se le parece, el lenguaje musical, se quedan cortas para expresar la complejidad del lenguaje cinematográfico, quien no solamente por contener las demás artes y superarlas a su vez, sino por lo heteróclito de sus posibilidades significantes, es un lenguaje autónomo, que comparte puntos de otras gramáticas (especialmente artísticas) pero que con ninguna de ellas se puede homologar. Intentaré sintetizar algunas de las reflexiones sobre el lenguaje que se han hecho en la corta (respecto a otras artes) pero abundante historia del Cine y de la reflexión que éste ha traído consigo.

  1. DEL MONTAJE Y SUS ANALOGÍAS CON EL LENGUAJE VERBAL

La palabra Montaje viene del francés montage, que significa composición, lo que es precisamente este proceso, en el que se vinculan elementos aislados para que cumplan una función en conjunto, en correlación con los otros segmentos. Se dice del Montaje que es lo que diferencia al Cine de las demás artes. Pudovkin define el Montaje como la base estética del film. Para él y otros de sus compatriotas éste no se limita solamente a la operación de cortar y pegar trozos de película en un orden cronológico. Para aclarar su importancia y potencial él recurre a la analogía con la literatura. Las palabras individuales son la materia prima, con los más diversos significados que se precisan sólo en su ubicación en la frase. Su significado puede incluso ser único para la obra literaria en sí, o sea que depende de su lugar en la composición. Sólo en su posición adquiere valor espiritual, vida y realidad artística. Del mismo modo, para el director una escena acabada es igual que una palabra que, sometida a la composición, crea “frases de montajes” hasta constituir el todo que es la película. Un objeto o persona frente a la cámara sin relación con otros sigue muerto, aunque se mueva. Aquí vale aclarar que una palabra o incluso una frase entera no tienen el mismo potencial ni puede sintetizar tantas formas particulares como lo puede hacer una escena.

Einsenstein en su ensayo “El principio cinematográfico y el ideograma” nos muestra cómo el principio de las lenguas orientales (él se refiere específicamente al japonés) de combinar elementos representables pueden formar un significado irrepresentable. Así es como funciona el Montaje, combinando tomas que son representativas, con significado único y neutrales de por sí, para posicionarlas en contextos intelectuales. El director ruso va más allá, mostrando que con una desproporción gráfica, como en los grabados de Sharaku, se utiliza la esencia de la expresión psíquica como norma para las proporciones. Así, en la transición de las tomas, es posible mostrar emociones con primeros planos o planos medios que hagan alusión en conjunto a lo que se desee expresar, incluso desproporcionando la realidad. Volviendo a la literatura, en Japón existe una forma de poesía lacónica conocida como Haiku, que a la hora de hacer la analogía nos recuerda que en el Cine, por sus características latentes, también se debe procurar el mismo laconismo, en pro de utilizar la menor cantidad de signos, en este caso tomas y contenidos en ellas, para buscar el efecto deseado. Para esto el creador cinematográfico debe considerar que el montaje es también, como cualquier otro proceso artístico, conflicto. Einsenstein nos enumera los posibles conflictos que un cuadro puede presentar en contraste con otros o consigo mismo: de direcciones gráficas, de escalas, de volúmenes, de masas, de profundidades, de planos cercanos y lejanos, de un objeto y su dimensión, de un evento y su duración. Aquí nos advierte que estos principios de Montaje son también adecuados a los principios de la toma.

Béla Balázs en su ensayo sobre el Montaje nos da otras luces al respecto. Se refiere a él como una asociación visual que tiene su significado definitivo en conjunto gracias a la inherente condición de la consciencia humana de conferir sentidos a todo lo que vemos por nuestra facilidad para asociar. El Montaje es creativo cuando se percibe y se comprende algo que no está en los escuadres. Balázs nos muestra un curioso ejemplo con la célebre película el Acorazado Potiomkin, presentada en la región escandinava con un montaje algo diferente (gracias a la censura), sin cambios de imágenes o subtítulos, pasó a ser de film revolucionario a uno reaccionario. Él también nos muestra por qué el lenguaje verbal no tiene el mismo alcance que el cinematográfico, al mostrarnos que el ritmo de una palabra escrita o hablada es mucho más lento que el formado con una serie de asociaciones, así como que son más amplias las posibilidades de mostrar en la pantalla procesos psíquicos, emociones, recuerdos, sentimientos, que aquello posible con incluso las palabras más poéticas.  

  1. MONTAJE Y SU RELACIÓN CON LA MÚSICA

Igman Bergman escribe: “No hay forma artística que tenga tanto en común con el cine como la música. Ambos afectan directamente nuestras emociones, no por vía intelectual. Y el cine es precisamente ritmo; es inhalación y exhalación en secuencia continua” 1.  Mientras que Germain Dulac apuntaba:

“El cine…se acercó técnicamente a la música, arrastrando consigo la constatación de que un movimiento visual rítmico podía surgir una emoción análoga a la suscitada por los sonidos. Del mismo modo que un músico trabaja en el ritmo y las sonoridades de una frase musical, el cineasta se dedica a trabajar el ritmo de las imágenes y su sonoridad” (Sánchez, 347)

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