Platero Y Yo Ensayo
Essay by people • December 13, 2011 • Essay • 853 Words (4 Pages) • 5,700 Views
PLATERO Y YO
Introducción
El tema de ensayo corresponde a la famosa obra de Juan Ramón Jiménez " Platero y yo" la cual cuenta la historia de su relación con un burro llamado Platero.
En el presente ensayo se expondrán brevemente las partes más importantes de cada capítulo de manera continua, y se tratara de mostrar el trasfondo emocional de la obra, aquella que personalmente considero relevante.
Desarrollo
Hombre y animal son inseparables, eso es lo que vivían Juan Ramón y platero, la historia se desarrolla en el pueblo de Mogüer, Platero es un burro pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Come de todo y los del pueblo dicen que tiene acero. Sin embargo, más que un simple burro, se transforma en un ser casi humano ante la figura de Juan Ramon debido al vínculo muy fuerte que tenían los dos. Juan Ramón le cuenta al burro sus sentimientos, a veces con palabras alegres y otras con palabras tristes, y le narra toda clase de noticias, en el libro utiliza bastante descripción acerca de todo lo que ven platero y el narrador, plasma en forma escrita todo lo que piensa y se imagina. Da una descripción muy detallada acerca del paso del tiempo y de las estaciones, como se ve cuando hay tormenta y que hacen mientras pasa. Nos habla del carnaval y de cómo Platero y él no se hayan en el carnaval. Nos cuenta como se hacen pasar Platero y El por Reyes Magos y los niños duermen felices al verlos.
Las descripciones tienen todo un toque altamente poético, y la atmósfera a menudo es melancólica, de una suave tristeza o de una exquisita espiritualidad.
Aglae es un ejemplo de la poesía y de los sentimientos que expresa el poeta en una de las estampas de la obra: "¡Qué reguapo estás hoy, Platero! Ven aquí... Platero, avergonzado un poco de verse así, viene á mí, lento, mojado aún de su baño, tan limpio que parece una muchacha desnuda. La cara se le ha aclarado, igual que un alba, y en ella sus ojos grandes destellan vivos, como si la más joven de las Gracias les hubiera prestado ardor y brillantez. Se lo digo, y en un súbito entusiasmo fraternal, le cojo la cabeza, se la revuelvo en cariñoso apretón, le hago cosquillas... Él, bajos los ojos, se defiende blandamente con las orejas, sin irse, o se libera, en breve correr, para a pararse de nuevo en seco, como un perrillo juguetón. ¡Qué guapo estás, hombre!, le repito. Y Platero, lo mismo que un niño pobre que estrenara un traje, corre tímido, hablándome, mirándome en su huida con el regocijo de las orejas, y se queda haciendo que come unas campanillas coloradas, en la puerta de la cuadra".
El diálogo constante del poeta con el burro, es visto con ojos extraños por los habitantes del pueblo, de tal manera que Juan Ramon es asociado
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